EL CONCEPTO DEL AMOR
Amor: Vivo afecto o inclinación a una persona o cosa - Sentimiento que atrae una persona a otra. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
Tradicionalmente llamamos amor al sentimiento de atracción hacia alguna persona o cosa, nos hemos condicionado a que cuando algo o alguien nos atrae fuertemente tenemos que poseerlo y es aquí, en las posesiones, donde se inician todos los problemas existenciales.
Veamos: nuestra necesidad de poseer surge del deseo que origina la percepción de que estamos incompletos y pensamos que al conseguir ese objeto o persona que deseamos dejaremos de estarlo; cuando el deseo manifiesta con una persona se presenta lo que llamamos enamoramiento. Pero esto solo es el principio, los verdaderos problemas empiezan cuando la persona o cosa que creemos nos “completa” se ve amenazada. Nuestras respuestas más comunes ante estas amenazas han sido ira, celos, juicios y miedo. Sobra decirlo, pero es obvio que alejan al objeto de nuestro “enamoramiento” y por supuesto destruyen las relaciones. El sentimentalismo o la relación sentimental es solo una forma de expandir el ego, el amor es una forma de expandir la conciencia, una persona sentimental puede ser cruel cuando sus sentimientos no se ven correspondidos, una persona amorosa basa sus relaciones en la comprensión y en la libertad. Para identificar si nuestras relaciones están basadas en el sentimentalismo analicemos nuestras reacciones ante las siguientes creencias: si creemos que alguien nos esta impidiendo obtener algo normalmente reaccionamos con ira, si nos compararnos con otras personas reaccionamos con celos, si nos sentimos superiores reaccionamos con juicios y nuestros miedos nos orillan a reaccionar con falta de comprensión: no se necesita ser un genio para darse cuenta que esto no tiene nada que ver con el Amor Verdadero.
"El amor no es algo que tu sientes. Es en lo que te conviertes."
Diario del Raj RabbanSi hubiese necesidad de elegir una sola palabra para definir al Amor Verdadero esta podría ser Libertad y nosotros al confundir los términos la convertimos en apego. El don más grande que recibió el ser humano es el Libre Albedrío (Libertad Total) que nos permite a través de nuestras elecciones profundizar en el conocimiento interior y aceptar sin condenar. Entender las infinitas posibilidades que nos ofrece el libre lbedrío y el respeto al derecho que cada uno tenemos a ejercerlo como mejor nos plazca, es empezar a vivir en un estado amoroso. Es descubrir nuevas realidades a cada instante, es ubicarse en el eterno presente donde habita el Amor. Disfrutar de la Vida permitiendo que nuestros esposos, hijos, novias, padres, etc. sean libres de actuar y de pensar sin recibir de nuestra parte condenación alguna, sino más bien toda nuestra aceptación y comprensión es el objetivo de una existencia amorosa. Cada uno de nosotros, al margen de nuestra forma, tamaño o movilidad, es una creación divina con oportunidades únicas de cumplir nuestro destino, sin tener en cuenta como lo hagan los demás.
Dehesa nos acerca bellamente a este estado de aceptación ideal al proponer una nueva epístola de Melchor Ocampo:
“Muchas y muy tristes voces anuncian el inminente Apocalipsis. No creemos en ellas. Lejos de eso, creemos que estamos en el borde último de la oscuridad y al filo de la luz. Es el prólogo del génesis y en el aire, en las aguas y en la tierra hay avisos, vislumbres que nos anuncian que pronto terminará la pesadilla que tan puntualmente formuló Cortázar: No puede ser que estemos aquí para no poder ser. Seremos. Estamos siendo. Por primera vez en la historia, Adán y Eva, iguales en dignidad y distintos y complementarios en su modo de saber, se hacen posibles, se miran y, al trenzar sus miradas, se reconocen, se respetan y se aman. Aquí estamos tú y yo, mujer y hombre, para darnos la palabra. Para nombrar las cosas, para que tu fuerza mitigue mis debilidades; para ofrecernos el amparo de nuestros brazos y habitar una sonrisa que ya no será ni tuya, ni mía: será nuestra. Aquí están nuestros amigos, nuestra gente, y con ellos y contra nadie, ante ellos y ante el misterio mismo de la vida, nos comprometemos a ser los amorosos y a extender el reino de los pronombres enlazados. Has sido tú. He sido yo. Ahora seremos nosotros. Nosotros para ser y para estar. Para conjugar nuestras existencias; para adivinar nuestra cercanía como dulce aviso de la vida, como la emocionante proximidad del mar. Tú y yo lo sabemos. Venimos desde tan lejos. Ha sido tan largo el camino. Tantas penas y tantas xaltaciones ya comienzan a ser nuestra memoria…Loado sea este tiempo emocionante que nos permitió coincidir. Loado sea el amor en el que no hay ni poseedor ni poseída, pero los dos se entregan. Loada sea la vida…”.
Al entender estas palabras donde no hay apegos, juicios ni miedos; que si libertad, aceptación y ternura, nos estaremos alejando de las ilusiones del ego y acercándonos a nuestro verdadero Yo. Celebrar al Creador, a la Vida, al Infinito, a Dios o como le queramos llamar, en todo lo manifestado es entender la esencia del amor. Cuando observemos algo o alguien entendamos que esta Esencia esta presente en todo y en todos. Somos Uno con La Vida, por lo que nos es necesario apropiarse de nada. Encontremos la libertad, la comprensión y la conciencia que surgen del Amor Verdadero.
"El amor es un accidente que, gracias a nuestra libertad, se transforma en elección. La virtud, cualquiera que sea el sentido que demos a esa palabra, es ante todo y sobretodo un acto libre."
Octavio Paz"El amor, no el pensamiento, es lo único que puede resolver nuestros problemas."
Krishnamurti