Meditar es un camino de aceptación y conocimiento personal. Lo que buscamos al meditar es sanar nuestro mundo interior a través de la observación de pensamientos y conductas que nos mantienen separados de nuestro entorno, de nuestros seres queridos y de nuestro Ser.  El resultado que buscamos al meditar es un estado de conciencia que permita que la lucidez del espíritu brille en las obscuras ilusiones que el ego nos presenta en nuestra vida diaria.

1. La meditación se puede experimentar, mas no se le puede definir.
2. El proceso se puede discutir y guiar más no se puede enseñar.
3. Meditar es una experiencia de cambio eterno que se caracteriza por un sutil desenvolvimiento de capas de entendimiento en la evolución personal.
4. En la meditación es mas importante "estar" que "saber" esto contrasta directamente con el deseo permanente del ego por "saber".

El muy conflictivo mundo exterior puede ser percibido con una visión interior muy conflictiva también. Esto incrementa exponencialmente el sufrimiento del observador. Puede haber experiencias muy dolorosas en nuestra existencia, pero no debe haber sufrimiento prolongado; solo cuando evadimos enfrentar nuestro dolor es cuando las experiencias se convierten en sufrimiento y se prolongan.

El primer paso para "dejar ir" los conflictos del mundo exterior es "soltar" los conflictos de nuestra existencia interior; la meditación nos permite identificarlos y enfrentarlos al ubicarnos en la posición de observador y observado simultáneamente. Solo a través de esta percepción dual podemos unificarnos con cada experiencia, ya sea interna o externa, aquietar los recuerdos del pasado y las ansiedades del futuro para lograr observar desde un estado de "no apego". El "no apego" (que para nada es indiferencia) remueve nuestros deseos de cambiar el mundo exterior, así, entendiendo las limitaciones del mundo exterior, podremos entrar mas y mas hacia el mundo interior donde no existen los límites. Al conquistar el estado de "no apego" en la meditación, eliminaremos cualquier deseo de tener "experiencias" "visiones" (el llamado del ego), para simplemente "soltarnos" y dejar que la observación suceda, sin esfuerzo alguno; las percepciones se convertirán en un suave estado de comprensión.

El caos que pensamos sucede en el exterior no es mas que un espejo del caos con el que debemos enfrentarnos en nuestro interior, es el camino de nuestra propia evolución.

No se trata de meditar mucho o poco, más bien se trata de vivir en un estado meditativo

Por eso si solamente meditamos y mantenemos nuestro comportamiento usual, la meditación se convierte en un truco para controlar la mente y las emociones en la vida diaria, es un estado de auto-hipnosis, es un engaño. El meditar requiere ver, expresar y ser auténtico, en todo momento, sin las distorsiones de nuestros miedos. Vivir "en la vida diaria" manifestando la virtud obtenida, es la verdadera formula para expresar nuestro amor con intención.

Meditar no se trata de la formula ni el método; meditar es olvidar, meditar es soltar, meditar es escuchar el silencio, meditar es reconocer el espíritu, meditar es sentir la comunión con la creación.

La experiencia del yo inmortal no se consigue con la educación, los condicionamientos o la ciencia. Esta realidad surge de las profundidades de nuestro ser. Sencillamente sabemos que esta ahí. Nuestra naturaleza invisible es real, aunque sepamos que no podemos medirla ni describirla. Esto lo corroboramos a través de la meditación que nos permite ver mas allá del polvo de nuestros cuerpos y experimentar la inmortalidad por nosotros mismos.